Análisis: Dragon Age: Inquisition

Una enorme brecha parte el cielo de Thedas y desata el caos en el mundo. Cientos de demonios emanan de las grietas que se han ido abriendo por todo el mundo y éstos causan daños y alteraciones allá por donde van. La guía de la Capilla muere y tú eres sospechoso de su muerte. Además, eres el único capaz de cerrar las grietas.

Así empieza Dragon Age: Inquisition antes siquiera de que podamos ver el título del juego en pantalla. La nueva aventura bajo el sello de BioWare nos lleva a un inmenso mundo destrozado por una catástrofe, la cual pone a todos los ciudadanos de Thedas en tensión y confusión, ya que no saben muy bien a qué se enfrentan.

Nosotros nos hemos propuesto llevar nuestra Inquisición a lo más alto, y aquí os traemos nuestros resultados.

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Dile a tu prima que no corra tanto…

 

Potencia tardía

Si hay algo por lo que se caracteriza BioWare es por tener unos hilos argumentales fuertes y sólidos. En Dragon Age: Inquisition tendremos más de lo mismo, pero durante las primeras horas sentiremos que no avanza la historia a un ritmo adecuado.

Será un punto en la historia, cuando identifiquemos a nuestro verdadero enemigo, cuando el flujo y el ritmo de la trama se vea mucho más acelerado y alcanzando picos de epicidad muy fuertes.

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A ver chicos, qué hacemos pa’cenar

 

Durante nuestras salidas a Thedas tendremos que realizar decenas de misiones secundarias, y aquí es donde BioWare hila muy fino, ya que muchas de esas misiones nos ayudarán a conocer a fondo las tripas de la situación que se vive en el continente. Y no solo podremos profundizar en la historia de esta entrega de Dragon Age. Esta nueva aventura está salpicada de referencias, informaciones y curiosidades de las anteriores entregas.

La Inquisición no es una sola persona, son muchas y también podremos conocerlas a fondo. Los guerreros que nos acompañarán en nuestro grupo de cuatro tienen sus preocupaciones, sus pensamientos y gustos y podremos conocerlos a fondo hasta llegar a conclusiones muy muy variopintas.

La historia de Dragon Age: Inquisition es sin duda la gran baza de este título y sabe explotarla al máximo, dándonos horas y horas de revelaciones, sorpresas y algún que otro misterio aún por resolver.

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Leliana hija, asómate que te vea la vecina. La niña esta tor día en la oscuridad

 

Gráficos demasiado a lo grande

Las expectativas que teníamos en Dragon Age: Inquisition con respecto a su apartado gráfico no decepciona, pero tiene cosas que mejorar. BioWare ha hecho un trabajo soberbio creando las ambientaciones del juego.

Nos encontraremos con entornos con una calidad de detalle muy precisa. Enormes laderas cubiertas de nieve; profundos bosques con árboles que dejan pasar la luz del sol; mansiones y castillos con hasta la última piedra bien colocada; desiertos de arena interminables. Podríamos dedicar varias líneas solo a describir algunos de los escenarios por los que tendremos que pasar para completar nuestra aventura y las cualidades de cada uno de ellos.

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También tapizo sillas y sillones…

 

Los personajes en Dragon Age: Inquisition tienen un nivel mucho menor de detalle del que esperábamos, ya que en varias escenas cinemáticas las texturas de algunos de ellos deja bastante que desear.

A pesar de este pequeño fallo no dejamos de ver unos personajes bien acabados y con una poderosa presencia y caracterización en cada momento del juego.

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Niño, cambia, que esto es The Walking Dead

 

La táctica es poder

No todo es ir a ganar, y en cuanto os enfrentéis a uno de los osos que hay en las Tierras Interiores lo sabréis. En un juego de rol tan importante es la fuerza como la inteligencia y tendremos que saber cuál es el momento idóneo para llevar a cabo diferentes misiones y afrontar el reto de acabar con ciertos enemigos.

En el sistema de combate en Dragon Age: Inquisition tendremos a nuestro propio equipo que podremos elegir entre los diferentes agentes que reclutemos para nuestra Inquisición.  Con un sistema de clases bien marcado, nuestro personaje podrá ser guerrero, pícaro o mago, desarrollando en combate diferentes mecánicas.

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Creo que me he perdido

 

Cada personaje tendrá su propio árbol de habilidades con diferentes ramas. Esto nos ayudará a definir mucho más el rol que jugará cada personaje en el combate y también con respecto al resto del equipo. Llegado a un punto del juego podremos especializar a nuestros compañeros – y a nosotros mismos – en una nueva rama de habilidades, por lo que elegid bien cómo gastáis vuestros puntos de habilidad.

Durante los combates tendremos una rueda de ataques donde podemos personalizar los hechizos y habilidades que desbloquearemos en el árbol de habilidades. Además también tendremos disponible la cámara cenital que nos dará una visión más completa del campo de batalla así como de los datos de nuestros enemigos: fortalezas y debilidades.

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Os mola mil mi arco de fuego ¿eh?

 

La Inquisición crece, la Inquisición es fuerte

Dragon Age: Inquisition no solo se basa en ir a cumplir misiones y acabar con los enemigos que nos vayamos encontrando. Como Inquisidor estás al frente de una organización que tiene unas necesidades y que también tiene que hacerse notar en el mundo.

Al principio no todo el mundo confiará en la Inquisición, ya que se origina de un modo un tanto burdo, pero es igualmente necesaria. Durante nuestra aventura en Thedas tendremos lo que se llama una ‘Sala del Consejo’ donde tendremos un mapa de guerra. En este mapa de guerra llevaremos a cabo diferentes operaciones en Ferelden u Orlais -territorios en los que se divide el continente.

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Soy muy flexible

 

Cada una de esas operaciones podrá llevarse a cabo por uno de los tres consejeros que nos acompañarán y que representan tres modos de hacer las cosas: diplomacia, espionaje o fuerza. Con cada operación desbloquearemos zonas nuevas de los mapas – a las que solo podremos acceder de esta forma – y recompensas.

Nosotros como la cabeza visible de la Inquisición tendremos que ampliar su influencia por todo Thedas, de hecho tendremos disponible un medidor de influencia que aumentará con cada misión realizada con éxito. Cada nivel de influencia nos da ventajas de rango con las que podremos desbloquear mejoras para nuestro juego.

La guinda del pastel: una banda sonora de traca

La música es uno de los detalles más deliciosos que tiene Dragon Age: Inquisition. Desde la pantalla de carga nos envolverá una banda sonora que nos acompañará por todos los escenarios por los que pasemos.

Una verdadera melodía épica que hará que en muchos momentos nos paremos simplemente a disfrutar del tema olvidándonos de todo lo demás.

Conclusión

Dragon Age: Inquisition se ha ganado a pulso el ser uno de los títulos más esperados del pasado año. A base de la reunión de los ingredientes adecuados BioWare ha dado con la receta del éxito, con la fórmula que ha hecho que miles de jugadores se queden enganchados a una aventura que se puede llevar el calificativo de épica.

Sobre Juanpe

23 Años. Periodista.

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