Y las nuevas consolas llegaron… con viejos juegos. Ésa puede ser la frase que defina el catálogo de lanzamiento de PS4 y de Xbox One. Salvo sus propuestas exclusivas como Knack, Killzone Shadow Fall, Dead Rising 3 y Forza 5, entre otros, el catálogo de la ‘next gen’ está lleno de ‘ports’ de juegos de las ‘pasadas’ máquinas con un leve lavado de cara aprovechando la potencia mayor de los nuevos sistemas. Con la única ‘novedad’ de mejores gráficos, las compañías han sacado títulos ya vistos a precios por todos conocidos para ser más un reclamo comercial que un reclamo de calidad de cara al consumidor. Battlefield 4, FIFA 14, Assassins Creed 4, Call of Duty Ghost, el futuro Tomb Raider, Injustice… y el juego que nos ocupa en el texto: Need for Speed Rivals.
¿Qué ofrece Need for Speed Rivals en PS4 que no ofrezca el de PS3 o Xbox 360? Un apartado visual más cuidado. El resto es idéntico. El apartado jugable es igual, las opciones que hay de cara al jugador son las mismas y el desarrollo del mismo es una copia exacta de lo que ofrecen las versiones de la pasada generación. Si el cambio de unas máquinas a otras consiste en la forma de jugar todavía estamos en 2010; si consiste en ofrecer simplemente un apartado visual más vistoso seguimos en 2013.
Porque a pesar de que juegos como Killzone Shadow Fall, un juego cuya gran potencia no oculta el aburrimiento y el sopor de jugarlo, nos muestran de qué pueden ser capaces las nuevas consolas, todavía queda mucho camino por recorrer. Y ese camino que queda por recorrer se ve perfectamente en este Need for Speed Rivals.
Un juego de PS3… en PS4
El juego de Electronic Arts, desarrollado por Criterion, deja a las claras que no es oro todo lo que reluce. Y no lo es no por el hecho de que estemos hablando de un mal juego, sino porque estamos hablando de un título que a pesar de salir en PS4 y Xbox One no deja de ser un título de PS3 y de Xbox 360. Un título que podía haber sido mucho mejor de haberse intentado diferenciar más de las versiones de la pasada generación, a las que incluso se parece al llevar el mismo precio desorbitado a pesar de que ni de lejos exprime los circuitos de PS4 y Xbox One.
Gráficamente estamos ante un juego en el que las diferencias con respecto a PS3 y a Xbox 360 se basan sobre todo en un mejor juego de luces y de sombras y en una mayor definición de todos los elementos que aparecen en pantalla. La nitidez de la polvareda que levantan los coches a la hora de pasar por la tierra o por el asfalto, o incluso en los derrapes usando el freno de mano, tiene una calidad muy superior a la vista en las ya clásicas máquinas de Sony y de Microsoft.
Pero seamos sinceros, nadie paga 400 o 500 euros por eso. O nadie debería pagar tal cantidad sólo por esa mejora técnica, previsible teniendo en cuenta las características técnicas de las nuevas consolas. Por suerte, y a diferencia de Killzone Shadow Fall, la diversión sí aparece en Need for Speed Rivals de forma clara aunque lo haga de la misma forma en la que está en los sistemas que llevan con nosotros desde 2005 y 2007.
Piloto o policía, tú eliges
Tras un tutorial aburridísimo, tanto el de piloto como el de policía, la acción nos sitúa en un mundo abierto llamado Redview, el que podemos hacer absolutamente de todo. A pesar de que podría haber más tráfico y de que el modelado de los coches no está a la altura de lo que se espera en esta generación (viendo sobre todo cómo se las gasta Forza 5) el enorme mapeado del que disponemos esconde muchas sorpresas y sobre todo tiene algo que hará que nos enganchemos al juego: todo puede pasar por su asfalto.
Da igual que parezca que vas solo, porque nunca estás solo en Redview. Aparte de los pilotos y los policías controlados por otros usuarios gracias a un sistema online estupendo, la IA no te dejará ni un momento para respirar. Bien puedes estar a tu aire conduciendo y divirtiéndote al volante de uno de los muchos cochazos disponibles, o puedes estar compitiendo en una prueba de las que el juego dispone, que en cualquier momento la policía puede llegar y echar por tierra todos los SP que has conseguido si consiguen proceder a tu detención.
Así que atención constante a la pantalla. Primero por eso, y segundo porque los retos pueden estar en cualquier lugar de la pista. Cualquier piloto de la IA o cualquier usuario puede retarnos a un uno contra uno si nos lo encontramos por Redview mientras completamos el Speed List para poder desbloquear otros coches. Y es ahí, en el momento de la competición, cuando vemos la salsa que nutre el nitro de este Need for Speed.
Arcade, simplemente arcade
Un arcade total y absoluto se presenta ante nuestros ojos para goce y disfrute de aquellos a los que la realidad y la simulación nos parece demasiado… ‘exigente’. Con cambios climáticos a tiempo real, el freno será seguramente el botón que menos usemos en las calles y carreteras de Redview. Lo importante es la diversión, y para ello se ha sacrificado, como es ya santo y seña de la saga, el realismo. En los tiempos que corren, con propuestas como Gran Turismo, Forza Motorsport, F1 2013 y demás, eso es algo que se agradece. Y mucho.
También se agradecen las opciones de personalización del vehículo. Color, matrícula, llantas, pinturas de guerra… y obviamente mejoras en los coches que van desde la aceleración y la velocidad hasta a la robustez (para aguantar más los golpes…) Todo ello pagado con los SP que vamos obteniendo a medida que hagamos más… filigranas con el coche o que vayamos completando nuestra Speed List. Un buen derrape, un salto, un cambio brusco de sentido o conducir en dirección contraria a la del tráfico son buenas formas de sumar puntos. Y, cómo no, el lograr escapar de la policía.
Esa es una de las posibles pruebas que el juego ofrece, además de las clásicas carreras o los uno contra uno. A pesar de que la variedad de situaciones no es su punto fuerte sí lo es la variedad de escenarios y trazados posibles, no en vano estamos hablando de un mapeado de mundo abierto… y es un juego de coches, no es una aventura gráfica. Con una dificultad creciente las misiones se irán sucediendo para poder conducir vehículos que salvo que nuestra capacidad económica sea muy, muy grande, jamás tendremos en nuestros garajes en la realidad.
Así que toca ponerse al volante de todos ellos. Toca elegir el lado del que estamos, si el de los pilotos o el de los policías, y toca experimentar la diversión de conducir un coche de alta gama en un mundo abierto repleto de posibilidades. Need for Speed Rivals llega a PS4 y Xbox One en un gran juego de coches cuyo ‘pero’ más grande es simplemente el hecho de que no deja de ser un juego de PS3 y Xbox 360.