El juego de la polémica. El juego que antes de salir ya levantó escamas por su particular método cinematográfico de juego y porque su duración no era la suficiente como para disfrutar del título. Nos hemos puesto manos a la obra y nos hemos adentrado en el mundo de la Orden de Caballeros de la Mesa Redonda, esa que lleva siglos protegiendo Inglaterra contra todo tipo de males.

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Historia potente y ambientación perfecta

Ready at Dawn no ha escatimado en gastos en cuanto a guión y a ambientación se refiere. Nos moveremos por el Londres de 1886, un Londres en pleno crecimiento y expansión industrial que nos dejará paisajes dignos de ver, con dirigibles en los cielos y todo tipo de humaredas por las calles producto de los nuevos motores desarrollados que ahora ya están aplicados a más facetas de la vida.

Durante nuestra aventura nos moveremos por varios barrios y calles de Londres y podemos decir que es como si tuviéramos toda una ciudad entera que recorrer, aunque ni mucho menos es el objetivo de este juego. Los personajes, sus vestimentas y acabados, así como las armas que podremos utilizar – nada de lanza cohetes futuristas – terminan de rematar una ambientación perfecta.

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Además de todo ello, a lo largo de los capítulos podremos ir leyendo periódicos de la época, ver fotografías y panfletos realizados con las técnicas que había disponibles en ese momento y también recoger cilindros de audio que nos contarán y ampliarán un poco más el contexto de todo.

Con respecto a la historia de The Order: 1886 nos enfrentamos a una trama con muchísimo potencial y que nos dejará con ganas de más al acabar el juego. Encarnaremos a Sir Galahad, Caballero de la Mesa Redonda y cuyo nombre es Grayson. Sir Galahad es un hombre de principios fuertes y de gran nobleza, dispuesto a proteger a los suyos de toda amenaza.

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Como caballeros nos enfrentamos a un problema que está poniendo la ciudad de Londres en alerta. Por un lado tenemos los asesinatos de Whitechapel, atribuidos a Jack el Destripador – toda una referencia dentro de la cultura e historia londinense. Por otro lado tenemos a los licanos, hilo principal de The Order: 1886. Los licanos son una especie de hombres lobo que no están dando tregua a los caballeros y con los que hay que acabar.

Partiendo de una escena reveladora – y también “reveladora” – tendremos que retroceder en el tiempo y llegar hasta el momento en el que tenemos que escapar de las catacumbas de Westminster.

Apartado gráfico imponente

The Order: 1886 podrá tener algún que otro fallo en su construcción o en su jugabilidad, pero no podemos encontrarle ningún fallo a su apartado gráfico o artístico. Desde el primer momento nos encontramos con un nivel de detalle altísimo. Los personajes parecen poder salirse de la pantalla de lo vivos que están y las expresiones faciales están muy conseguidas.

Además de los personajes, la ciudad de Londres está perfectamente recreada y todas las zonas por las que pasamos están perfectamente construidas: desde jardines y mansiones hasta alcantarillas y catacumbas. Pasaremos hasta por un astillero.

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El acabado del entorno no tiene nada que envidiarle a los efectos temporales. En The Order: 1886 la lluvia tiene un peso descomunal y afectará al juego en la medida en que tendremos más dificultad para ver.

Además las armas están rematadas con todo tipo de detalles y la sangre también está presente en este título.

Estilo de juego diferente

Más que en la duración total de The: Order 1886 todos deberíamos haber hecho mucho más hincapié en el estilo de juego que gasta el título de Ready at Dawn. En un solo juego se combinan diferentes estilos que nos recordarán a muchos otros anteriormente. Habrá momentos del juego en el que tendremos que avanzar con sigilo, para un servidor es bastante complicado porque a mí me gusta llamar la atención, pero tendremos que calcular bien nuestros pasos para no ser descubiertos. Eso sí, los enemigos tienen una puntería excepcional, estad seguros de lo que hacéis cuando lo hacéis porque podría ser lo último que hagáis.

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El modo shooter será más sencillo y muy divertido, aunque a veces tengamos que afinar bien nuestra puntería porque nos enfrentaremos a bastantes enemigos. Además de contar con un arsenal de armas bastante amplio, nos encontraremos también con un sistema de apuntado que nos ayudará a mantener el blanco. Con tan solo apretar uno de los joysticks nuestro personaje resoplará para calmar los nervios y apuntar mejor.

Otro de los detalles a tener en cuenta es el realismo a la hora de disparar, y no porque podamos encajarle una bala entre ceja y ceja a un enemigo. El caso es que si recibimos daño y enseguida nos ponemos a disparar, tendremos la vista borrosa y no podremos hacerlo correctamente.

Ready at Dawn ha incluido también escenas QTE para diferentes acciones. Esta mecánica es la que le resta libertad al juego. Cualquier tipo de golpe cuerpo a cuerpo que queramos dar pasará por un QTE, así como los asesinatos en sigilo, lo cual puede resultar incómodo porque no es un QTE al uso.

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 ¿Un juego? ¿Una película?

The Order: 1886 bien podría haberse adaptado para salir en un cine, pues tiene todos los ingredientes necesarios para convertirse en una superproducción, pero no os confundáis. Esto es un juego y sin nosotros esto no puede salir adelante. Encontraréis al principio un poco lento el inicio, porque de hecho habrá veces en las que no sepáis qué es una escena cinemática y qué el propio juego. Esto no es un punto negativo, al contrario, la calidad se mantiene durante todo el juego. Además no encontraremos ninguna separación entre capítulos, no habrá puntos de guardado en los que parar, ni NPCs con los que hablar para empezar el siguiente capítulo.

A media que vayáis descubriendo la historia, conociendo personajes y explorando todo lo que The Order: 1886 puede darnos os daréis cuenta de que el juego os ha enganchado.

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Conclusión

The Order: 1886 no es el juego más largo, pero compensa su duración medida con una historia intensa y bien desarrollada, con unos personajes interesantes y con un doblaje al castellano perfectamente llevado.

Cabe decir que nos hemos dejado por el camino varias cosas por recoger – ya que tendremos varios coleccionables a lo largo y ancho de nuestra aventura -, por lo que aún nos quedaría dar otra vuelta por el Londres de 1886 para dar con todo eso a lo que no le hemos echado mano.

 

Sobre Juanpe

23 Años. Periodista.

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